Uno no se imagina a un realizador megalómano angustiado, inseguro, comido por los nervios, agitando las manos como si tocara unas castañuelas. En cambio, sí esperas que sea exageradamente perfeccionista: por ejemplo, hacer veinte tomas de cada escena para poder escoger la más adecuada y el día antes del estreno seguir aún trabajando en la sala de montaje. Así era Sergio Leone y eso es lo que hizo en "El bueno, el feo y el malo". Este documental de Carles Prats ("Loquillo, leyenda urbana", "Historias de Bruguera") nos ayuda a conocerlo un poco mejor. Participan su mujer, amigos y antiguos colaboradores.
El padre de Leone fue director de cine mudo y él mismo comenzó como ayudante de peplums como "El Coloso de Rodas" que en aquella primera etapa de aprendizaje consideraba como un espectáculo cinematográfico completo. Sin embargo, su primer gran éxito fue con el western "Por un puñado de dólares", aunque este guardaba un parecido más que sospechoso con "Yojimbo" de Kurosawa, lo cual le ocasionó una demanda que ganó el japonés, que se quedó con parte de los derechos de la peli. La coproducción italo-española marcó una nueva tendencia que impulsó un rentable género bautizado como spahetti western.
Algunas de las señas de identidad de Leone que se verían reflejadas en la "Trilogía del Dólar" fueron la elección de primerísmos planos o planos muy específicos de los ojos (que a veces le llevaban horas de rodaje), una inquietante escasez de diálogos (influencia del cine japonés y, obviamente, del mudo), una fotografía de tonalidad marrón y la decisiva contribución de Morricone en la creación de una rompedora banda sonora con esos peculiares gritos y silbidos y arropada por arreglos de guitarra eléctrica, trompetas, martillos y campanas. En el documental Dario Argento y Bertolucci hablan de su colaboración en "Hasta que llegó su hora" y cuentan que toda la música se grabó antes y Leone la ponía a todo volumen en el set para generar una ambientación apropiada.
Después de revolucionar un género tan tradicional como el western (incorporando notas de humor como el final de "La muerte tenía un precio") se preparó para el asalto definitivo del mercado americano. Robert Evans le ofreció dirigir "El Padrino", pero lo rechazó. Estaba decidido a afrontar un gran proyecto personal que tardó quince años en ver la luz. Se trataba de "Érase una vez en América", en cuyo guión trabajaron a lo largo del tiempo distintos equipos de escritores (Norman Mailer entre otros muchos). Gracias a que convenció al productor Alberto Grimaldi para que redujera considerablemente el precio de los derechos de la obra pudo al fin iniciar su ansiada película. Tuvo un año de rodaje, un año de montaje y la presentación oficial fue en el Festival de Cannes de 1984. Sólo tenéis que ver la versión europea y valorad por vosotros mismos el talento que atesoraba Leone, que entonces más que nunca podía disputar a su admirado David Lean el título de mejor director de superproducciones.
Le propusieron hacer la continuación de "Lo que el viento se llevó", pero tenía en mente otros planes: un western que protagonizarían Richard Gere y Mickey Rourke y "Leningrado", una ambiciosa historia bélica que se había comprometido a realizar con financiación soviética acordada con Gorbachov. Por desgracia, Sergio Leone, murió el 30 de abril de 1989 de un fulminante ataque al corazón. Morricone dijo en su funeral: "Discutimos durante muchos años por el sonido y el silencio en sus films; ahora sólo hay silencio".
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Lo único que encuentro prescindible del documental son algunas anécdotas que no aportan nada contadas por el antiguo equipo de rodaje de Almería. Todo lo demás que os he comentado aquí a vuela pluma es molto recomendabile.
LOU RIP Forum Punisher
Mensajes : 69879 Fecha de inscripción : 27/02/2013 Edad : 58 Localización : Portugalete-Estonia
Uno no se imagina a un realizador megalómano angustiado, inseguro, comido por los nervios, agitando las manos como si tocara unas castañuelas. En cambio, sí esperas que sea exageradamente perfeccionista: por ejemplo, hacer veinte tomas de cada escena para poder escoger la más adecuada y el día antes del estreno seguir aún trabajando en la sala de montaje. Así era Sergio Leone y eso es lo que hizo en "El bueno, el feo y el malo". Este documental de Carles Prats ("Loquillo, leyenda urbana", "Historias de Bruguera") nos ayuda a conocerlo un poco mejor. Participan su mujer, amigos y antiguos colaboradores.
El padre de Leone fue director de cine mudo y él mismo comenzó como ayudante de peplums como "El Coloso de Rodas" que en aquella primera etapa de aprendizaje consideraba como un espectáculo cinematográfico completo. Sin embargo, su primer gran éxito fue con el western "Por un puñado de dólares", aunque este guardaba un parecido más que sospechoso con "Yojimbo" de Kurosawa, lo cual le ocasionó una demanda que ganó el japonés, que se quedó con parte de los derechos de la peli. La coproducción italo-española marcó una nueva tendencia que impulsó un rentable género bautizado como spahetti western.
Algunas de las señas de identidad de Leone que se verían reflejadas en la "Trilogía del Dólar" fueron la elección de primerísmos planos o planos muy específicos de los ojos (que a veces le llevaban horas de rodaje), una inquietante escasez de diálogos (influencia del cine japonés y, obviamente, del mudo), una fotografía de tonalidad marrón y la decisiva contribución de Morricone en la creación de una rompedora banda sonora con esos peculiares gritos y silbidos y arropada por arreglos de guitarra eléctrica, trompetas, martillos y campanas. En el documental Dario Argento y Bertolucci hablan de su colaboración en "Hasta que llegó su hora" y cuentan que toda la música se grabó antes y Leone la ponía a todo volumen en el set para generar una ambientación apropiada.
Después de revolucionar un género tan tradicional como el western (incorporando notas de humor como el final de "La muerte tenía un precio") se preparó para el asalto definitivo del mercado americano. Robert Evans le ofreció dirigir "El Padrino", pero lo rechazó. Estaba decidido a afrontar un gran proyecto personal que tardó quince años en ver la luz. Se trataba de "Érase una vez en América", en cuyo guión trabajaron a lo largo del tiempo distintos equipos de escritores (Norman Mailer entre otros muchos). Gracias a que convenció al productor Alberto Grimaldi para que redujera considerablemente el precio de los derechos de la obra pudo al fin iniciar su ansiada película. Tuvo un año de rodaje, un año de montaje y la presentación oficial fue en el Festival de Cannes de 1984. Sólo tenéis que ver la versión europea y valorad por vosotros mismos el talento que atesoraba Leone, que entonces más que nunca podía disputar a su admirado David Lean el título de mejor director de superproducciones.
Le propusieron hacer la continuación de "Lo que el viento se llevó", pero tenía en mente otros planes: un western que protagonizarían Richard Gere y Mickey Rourke y "Leningrado", una ambiciosa historia bélica que se había comprometido a realizar con financiación soviética acordada con Gorbachov. Por desgracia, Sergio Leone, murió el 30 de abril de 1989 de un fulminante ataque al corazón. Morricone dijo en su funeral: "Discutimos durante muchos años por el sonido y el silencio en sus films; ahora sólo hay silencio".
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Lo único que encuentro prescindible del documental son algunas anécdotas que no aportan nada contadas por el antiguo equipo de rodaje de Almería. Todo lo demás que os he comentado aquí a vuela pluma es molto recomendabile.
Uno no se imagina a un realizador megalómano angustiado, inseguro, comido por los nervios, agitando las manos como si tocara unas castañuelas. En cambio, sí esperas que sea exageradamente perfeccionista: por ejemplo, hacer veinte tomas de cada escena para poder escoger la más adecuada y el día antes del estreno seguir aún trabajando en la sala de montaje. Así era Sergio Leone y eso es lo que hizo en "El bueno, el feo y el malo". Este documental de Carles Prats ("Loquillo, leyenda urbana", "Historias de Bruguera") nos ayuda a conocerlo un poco mejor. Participan su mujer, amigos y antiguos colaboradores.
El padre de Leone fue director de cine mudo y él mismo comenzó como ayudante de peplums como "El Coloso de Rodas" que en aquella primera etapa de aprendizaje consideraba como un espectáculo cinematográfico completo. Sin embargo, su primer gran éxito fue con el western "Por un puñado de dólares", aunque este guardaba un parecido más que sospechoso con "Yojimbo" de Kurosawa, lo cual le ocasionó una demanda que ganó el japonés, que se quedó con parte de los derechos de la peli. La coproducción italo-española marcó una nueva tendencia que impulsó un rentable género bautizado como spahetti western.
Algunas de las señas de identidad de Leone que se verían reflejadas en la "Trilogía del Dólar" fueron la elección de primerísmos planos o planos muy específicos de los ojos (que a veces le llevaban horas de rodaje), una inquietante escasez de diálogos (influencia del cine japonés y, obviamente, del mudo), una fotografía de tonalidad marrón y la decisiva contribución de Morricone en la creación de una rompedora banda sonora con esos peculiares gritos y silbidos y arropada por arreglos de guitarra eléctrica, trompetas, martillos y campanas. En el documental Dario Argento y Bertolucci hablan de su colaboración en "Hasta que llegó su hora" y cuentan que toda la música se grabó antes y Leone la ponía a todo volumen en el set para generar una ambientación apropiada.
Después de revolucionar un género tan tradicional como el western (incorporando notas de humor como el final de "La muerte tenía un precio") se preparó para el asalto definitivo del mercado americano. Robert Evans le ofreció dirigir "El Padrino", pero lo rechazó. Estaba decidido a afrontar un gran proyecto personal que tardó quince años en ver la luz. Se trataba de "Érase una vez en América", en cuyo guión trabajaron a lo largo del tiempo distintos equipos de escritores (Norman Mailer entre otros muchos). Gracias a que convenció al productor Alberto Grimaldi para que redujera considerablemente el precio de los derechos de la obra pudo al fin iniciar su ansiada película. Tuvo un año de rodaje, un año de montaje y la presentación oficial fue en el Festival de Cannes de 1984. Sólo tenéis que ver la versión europea y valorad por vosotros mismos el talento que atesoraba Leone, que entonces más que nunca podía disputar a su admirado David Lean el título de mejor director de superproducciones.
Le propusieron hacer la continuación de "Lo que el viento se llevó", pero tenía en mente otros planes: un western que protagonizarían Richard Gere y Mickey Rourke y "Leningrado", una ambiciosa historia bélica que se había comprometido a realizar con financiación soviética acordada con Gorbachov. Por desgracia, Sergio Leone, murió el 30 de abril de 1989 de un fulminante ataque al corazón. Morricone dijo en su funeral: "Discutimos durante muchos años por el sonido y el silencio en sus films; ahora sólo hay silencio".
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Lo único que encuentro prescindible del documental son algunas anécdotas que no aportan nada contadas por el antiguo equipo de rodaje de Almería. Todo lo demás que os he comentado aquí a vuela pluma es molto recomendabile.
Uno no se imagina a un realizador megalómano angustiado, inseguro, comido por los nervios, agitando las manos como si tocara unas castañuelas. En cambio, sí esperas que sea exageradamente perfeccionista: por ejemplo, hacer veinte tomas de cada escena para poder escoger la más adecuada y el día antes del estreno seguir aún trabajando en la sala de montaje. Así era Sergio Leone y eso es lo que hizo en "El bueno, el feo y el malo". Este documental de Carles Prats ("Loquillo, leyenda urbana", "Historias de Bruguera") nos ayuda a conocerlo un poco mejor. Participan su mujer, amigos y antiguos colaboradores.
El padre de Leone fue director de cine mudo y él mismo comenzó como ayudante de peplums como "El Coloso de Rodas" que en aquella primera etapa de aprendizaje consideraba como un espectáculo cinematográfico completo. Sin embargo, su primer gran éxito fue con el western "Por un puñado de dólares", aunque este guardaba un parecido más que sospechoso con "Yojimbo" de Kurosawa, lo cual le ocasionó una demanda que ganó el japonés, que se quedó con parte de los derechos de la peli. La coproducción italo-española marcó una nueva tendencia que impulsó un rentable género bautizado como spahetti western.
Algunas de las señas de identidad de Leone que se verían reflejadas en la "Trilogía del Dólar" fueron la elección de primerísmos planos o planos muy específicos de los ojos (que a veces le llevaban horas de rodaje), una inquietante escasez de diálogos (influencia del cine japonés y, obviamente, del mudo), una fotografía de tonalidad marrón y la decisiva contribución de Morricone en la creación de una rompedora banda sonora con esos peculiares gritos y silbidos y arropada por arreglos de guitarra eléctrica, trompetas, martillos y campanas. En el documental Dario Argento y Bertolucci hablan de su colaboración en "Hasta que llegó su hora" y cuentan que toda la música se grabó antes y Leone la ponía a todo volumen en el set para generar una ambientación apropiada.
Después de revolucionar un género tan tradicional como el western (incorporando notas de humor como el final de "La muerte tenía un precio") se preparó para el asalto definitivo del mercado americano. Robert Evans le ofreció dirigir "El Padrino", pero lo rechazó. Estaba decidido a afrontar un gran proyecto personal que tardó quince años en ver la luz. Se trataba de "Érase una vez en América", en cuyo guión trabajaron a lo largo del tiempo distintos equipos de escritores (Norman Mailer entre otros muchos). Gracias a que convenció al productor Alberto Grimaldi para que redujera considerablemente el precio de los derechos de la obra pudo al fin iniciar su ansiada película. Tuvo un año de rodaje, un año de montaje y la presentación oficial fue en el Festival de Cannes de 1984. Sólo tenéis que ver la versión europea y valorad por vosotros mismos el talento que atesoraba Leone, que entonces más que nunca podía disputar a su admirado David Lean el título de mejor director de superproducciones.
Le propusieron hacer la continuación de "Lo que el viento se llevó", pero tenía en mente otros planes: un western que protagonizarían Richard Gere y Mickey Rourke y "Leningrado", una ambiciosa historia bélica que se había comprometido a realizar con financiación soviética acordada con Gorbachov. Por desgracia, Sergio Leone, murió el 30 de abril de 1989 de un fulminante ataque al corazón. Morricone dijo en su funeral: "Discutimos durante muchos años por el sonido y el silencio en sus films; ahora sólo hay silencio".
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Lo único que encuentro prescindible del documental son algunas anécdotas que no aportan nada contadas por el antiguo equipo de rodaje de Almería. Todo lo demás que os he comentado aquí a vuela pluma es molto recomendabile.
No había visto esto. Muy buena pinta, un gran director cuya El Bueno, El Feo y el Malo precisamente, no me hace mucha gracia, las otras sí, y alguna que otra me arrodillo ante ella, Érase Una Vez en América, por ejemplo.
LOU RIP Forum Punisher
Mensajes : 69879 Fecha de inscripción : 27/02/2013 Edad : 58 Localización : Portugalete-Estonia
Esta noche me hago un "Barna" y no cuento ná. Mañana edito esto y cuento algo. ¿Os gusta la moda? A mí tampoco, pero me ha parecido un documental impresionante.
Última edición por Alehardrock el Vie Jun 15, 2018 1:45 pm, editado 2 veces
LOU RIP Forum Punisher
Mensajes : 69879 Fecha de inscripción : 27/02/2013 Edad : 58 Localización : Portugalete-Estonia
Esta noche me hago un "Barna" y no cuento ná. Mañana edito esto y cuento algo. ¿Os gusta la moda? A mí tampoco, pero me ha parecido un documental impresionante.
si lo recomiendas lo veré
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Alehardrock CAPITAN POPUHEADS
Mensajes : 11182 Fecha de inscripción : 21/03/2013
Esta noche me hago un "Barna" y no cuento ná. Mañana edito esto y cuento algo. ¿Os gusta la moda? A mí tampoco, pero me ha parecido un documental impresionante.
Mi mujer era fan de él. Entre otras muchas cosas es el modisto que diseñó este traje:
el murciélago
Mensajes : 45700 Fecha de inscripción : 28/02/2013 Edad : 47 Localización : El paraiso
Esta noche me hago un "Barna" y no cuento ná. Mañana edito esto y cuento algo. ¿Os gusta la moda? A mí tampoco, pero me ha parecido un documental impresionante.
Mi mujer era fan de él. Entre otras muchas cosas es el modisto que diseñó este traje:
Ahora que tengo un hueco comento un poco el documental. Gira en torno a la obra de Alexander McQueen, un diseñador de moda que se definía a sí mismo como un cirujano plástico con una navaja. Aprendió el oficio desde abajo y ascendió como la espuma en poco tiempo, usando materiales baratos, financiándose gracias al dinero del desempleo (en el documental se le ve haciendo entrevistas de espaldas, para evitar que le identificaran y le retirasen el subsidio). Aunque muchos le consideraron un verdadero hooligan de la moda inglesa, fue contratado por grandes marcas como Gucci, en la que al principio no encajó por su estilo extravagante, y posteriormente por Givenchy. Todo ello sin dejar de crear su propia línea de ropa, llegando a sacar hasta catorce colecciones al año.
Tan original como provocador ("si asistes a uno de mis presentaciones y no sientes nada, entonces no habré hecho bien mi trabajo), el documental incluye numerosos testimonios de personas cercanas, entre ellas una de sus hermanas y un sobrino al que ayudó dentro del mundillo, amigos, exparejas y colaboradores. Aunque es obvio que la obra cuenta con la aprobación de la familia y gracias a eso también se expone material gráfico personal, no elude el relato de la faceta menos amable de McQueen. Al hilo de esto, describe la relación que mantuvo con Isabella Blow, una de sus mayores valedoras en los duros comienzos, sin pasar por alto su deslealtad hacia ella, cuando el modisto se convirtió en una estrella. También se comentan sus continuos problemas de autoimagen, la adicción a la coca y su carácter volcánico y autodestructivo, cuando al final incluso fantaseaba con la idea de suicidarse en el último desfile.
Lo que más sorprende es la ausencia de su mano derecha Sarah Burton, quien ha continuado al frente de la firma todos estos años. Aun así, esta aproximación al hombre y repaso del artista creo que es una experiencia recomendable para cualquier espectador, independientemente de que le interesa la moda en general. Sólo por lo insólito de su propuesta, por su capacidad de emocionar o producir rechazo, sus diseños representan la belleza salvaje en la que podemos vernos reflejados, en el contexto más propio de un callejón oscuro a medianoche que de unas glamourosas pasarelas.
Analizando la presentación de sus colecciones, que tenían diversas fuentes de inspiración (Jack el Destripador, el romanticismo más descarnado, sucesos históricos como la violación de mujeres en Escocia o la relación con la tecnología), también descubrimos a un gran maestro de la puesta en escena que, como haría años después su colega Tom Ford, hubiera sido un buen director de cine. Al menos habría dado lugar a momentos de gran impacto visual. Como ejemplo podéis ver este vídeo. El clímax, en el minuto 7:00:
Quiero que las mujeres que lleven mi ropa den miedo
LOU RIP Forum Punisher
Mensajes : 69879 Fecha de inscripción : 27/02/2013 Edad : 58 Localización : Portugalete-Estonia
Ahora que tengo un hueco comento un poco el documental. Gira en torno a la obra de Alexander McQueen, un diseñador de moda que se definía a sí mismo como un cirujano plástico con una navaja. Aprendió el oficio desde abajo y ascendió como la espuma en poco tiempo, usando materiales baratos, financiándose gracias al dinero del desempleo (en el documental se le ve haciendo entrevistas de espaldas, para evitar que le identificaran y le retirasen el subsidio). Aunque muchos le consideraron un verdadero hooligan de la moda inglesa, fue contratado por grandes marcas como Gucci, en la que al principio no encajó por su estilo extravagante, y posteriormente por Givenchy. Todo ello sin dejar de crear su propia línea de ropa, llegando a sacar hasta catorce colecciones al año.
Tan original como provocador ("si asistes a uno de mis presentaciones y no sientes nada, entonces no habré hecho bien mi trabajo), el documental incluye numerosos testimonios de personas cercanas, entre ellas una de sus hermanas y un sobrino al que ayudó dentro del mundillo, amigos, exparejas y colaboradores. Aunque es obvio que la obra cuenta con la aprobación de la familia y gracias a eso también se expone material gráfico personal, no elude el relato de la faceta menos amable de McQueen. Al hilo de esto, describe la relación que mantuvo con Isabella Blow, una de sus mayores valedoras en los duros comienzos, sin pasar por alto su deslealtad hacia ella, cuando el modisto se convirtió en una estrella. También se comentan sus continuos problemas de autoimagen, la adicción a la coca y su carácter volcánico y autodestructivo, cuando al final incluso fantaseaba con la idea de suicidarse en el último desfile.
Lo que más sorprende es la ausencia de su mano derecha Sarah Burton, quien ha continuado al frente de la firma todos estos años. Aun así, esta aproximación al hombre y repaso del artista creo que es una experiencia recomendable para cualquier espectador, independientemente de que le interesa la moda en general. Sólo por lo insólito de su propuesta, por su capacidad de emocionar o producir rechazo, sus diseños representan la belleza salvaje en la que podemos vernos reflejados, en el contexto más propio de un callejón oscuro a medianoche que de unas glamourosas pasarelas.
Analizando la presentación de sus colecciones, que tenían diversas fuentes de inspiración (Jack el Destripador, el romanticismo más descarnado, sucesos históricos como la violación de mujeres en Escocia o la relación con la tecnología), también descubrimos a un gran maestro de la puesta en escena que, como haría años después su colega Tom Ford, hubiera sido un buen director de cine. Al menos habría dado lugar a momentos de gran impacto visual. Como ejemplo podéis ver este vídeo. El clímax, en el minuto 7:00:
Quiero que las mujeres que lleven mi ropa den miedo
Ciertamente, señor Murciélago. Buenísimo. Si le pusieras un 11 tampoco pasaba nada.
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"Just take those old records off the shelf, I'll sit and listen to 'em by myself Today's music ain't got the same soul, I like that old time Rock 'n' Roll"