"David Bowie is", la exposición itinerante que se inauguró hace dos años en el Victoria & Albert Museum de Londres, sirve de excusa perfecta para dedicarle esta semana, logo incluido, a nuestro amado héroe alienígena. Antes de llegar a París en primavera pasó también por Toronto, São Paulo, Berlín y Chicago.

Querría darle las gracias a Víctor ya que, a través de una oportuna entrada en su blog, hizo que me entusiasmara con la idea de presenciar esta exposición. Proyecté con meses de antelación un viaje a París con un pretexto turístico, pero confieso que motivación real era rendir un particular homenaje a Bowie quien, por cierto, eligió precisamente la capital francesa para pedirle matrimonio a Iman, en un crucero por el Sena.

A diferencia de la cobertura publicitaria que ha tenido en otras ciudades, me extrañó que en París no hubiera carteles ni anuncios de ningún tipo sobre este acontecimiento. Tampoco había mucho souvenir jugoso, abundaba lo obvio: el caro catálogo oficial, biografías en varios idiomas, discos (no todos), algún cartel y unas cuantas postales. 

Sabía que entre semana no se agotarían los tickets, así que nos dirigimos al Parc de la Villette y localizamos el edificio en forma de montaña que acogía la exhibición de más de trescientos objetos personales del artista inglés. La Philharmonie, que se inauguró en enero, pero cuyas obras aún no han finalizado por completo, está envuelta en una polémica por lo costoso de su realización. El diseño es de Jean Nouvel, un arquitecto-estrella como aquí lo ha sido Calatrava. Este espacio tan vanguardista, próximo al recinto para conciertos Le Zénith, prometía ser un excelente lugar para redescubrirnos a David Bowie y que las dos horas paseando por sus salas fueran inolvidables.



No se podían tomar instantáneas en el interior (las he cogido prestadas de diferentes webs) y al comienzo de la visita, al ser las primeras salas muy pequeñas, se hacía un poco complicado avanzar sin dejar atrás los detalles que uno se esforzaba en guardar en su retina. Como todo mundo llevaba un audioguía que te ponía en situación y te iba contando la vida del protagonista, era muy chocante, si te quitabas un momento los cascos, escuchar el silencio reverencial en cada estancia, mientras el público, muchos fans, algunos simplemente curiosos, pero la mayoría quietos como estatuas, observaban con devoción lo que parecían reliquias sagradas e incluso, en ocasiones, entonaban sotto voce los himnos cuyos vídeos difundían los monitores.

Aparte de numerosas fotos, portadas y manuscritos, desde hojas de cuadernos garabateados con letras de canciones a cartas (por ejemplo, una de Jim Henson relacionada con la película "Dentro del laberinto") o bocetos de la "Hunger City" para el tour de "Diamond dogs", sin ninguna duda el principal atractivo de la muestra residía en la impresionante colección de trajes que era posible contemplar. Verlos tan de cerca te permite sentir el poder de seducción de las distintas encarnaciones de Bowie mientras ha ido mudando en cada una de ellas su "segunda piel".


Maqueta para el escenario de la gira de "Diamond dogs".


Tuvimos el placer de admirar  los diseños de Freddie Burretti, amigo personal de David y Angela para "Life on Mars" y parte del fondo de armario del espacio exterior confeccionado para el personaje de Ziggy.







Ziggy in Japan: las creaciones de Kansai Yamamoto para "Aladdin sane" y su correspondiente gira:






Uno de mis diseños preferidos fue el de este ropaje de tela de araña y manos postizas, creación de Natasha Korniloff, artífice también del perturbador "pierrot" de la carpeta de "Scary monsters" y el vídeo de "Ashes to ashes").





Otro especialmente llamativo era el que llevaba Bowie cuando actuó en un SNL, acompañado de Klaus Nomi, cantando "The man who sold the world", quizá en la interpretación más insólita de este tema. La idea la había extraído de una performance de "Le coeur à gaz" (1921), una obra dadaísta de Tristan Tzara con vestuario de Sonia Delaunay. Posteriormente Nomi lo adoptaría para caracterizarse no sólo en su debut discográfico, sino también en sus apariciones en directo, siendo su imagen más reconocible.







Había también trajes recientes como el que confeccionara el propio David en colaboración con el malogrado Alexander McQueen, se trata del abrigo de "Earthling". Por lo visto, sólo existen tres prendas originales en el mundo, una la posee Bowie, otra Sting y la tercera una millonaria argentina.



En la sala centrada en el periodo berlinés se encontraban los objetos más singulares que contenía la exposición. Por ejemplo, el pesado juego de llaves del piso que compartía con Iggy o ¡una cuchara para la cocaína!
Por otra parte, fue una grata sorpresa ver colgados los estupendos cuadros pintados por Bowie bajo la influencia del expresionismo alemán, estos enfermizos retratos de Iggy:




La exposición repasaba igualmente la carrera cinematográfica de este artista multidisciplinar, con diverso material relacionado con películas como "Feliz navidad, Mr. Lawrence" o "El hombre que cayó a la Tierra", entre otras. Y, por supuesto, había tiempo para recordar algunos de sus imaginativos clips en plena edad de oro de la MTV.



Finalmente, la última sala, la más amplia, era la dedicada a disfrutar de una experiencia musical en vivo, con varios temas de "David Live" sonando de fondo. Podíamos apreciar una selección de trajes de distintas giras a la vez que se iban proyectando imágenes sobre estos dentro de cabinas individuales, como pantallas distribuidas hasta el techo formando un inmenso escaparate multicolor.




La visita ha concluido. Dejo el audioguía, cierro los ojos instintivamente al salir a la calle y me pregunto "where are we now?". En el exterior no hay ni una sombra de silencio. Me acuerdo entonces del reciente disco recopilatorio de Bowie y pronuncio su paradógico título: Nothing has changed.



A Víctor "Murciélago".

No tenía ni idea de eso aterradores dibujos a Iggy Pop

Excelente!

Guauaauuu...menudo paseo me has dado por esa expo......
Tambien existe un documental sobre la exposicion..Y que al final no pude ir a ver al cine.,,,
Espero encontrarlo por alguna web.........
Esos retratos de Iggy son acongojantes............

pd....no creo que fuera para tanto, pero gracias.

Vaya!, me ha encantado la visita que nos has ofrecido y me he quedado con las ganas de presenciarla. Supongo que será imposible pensar que la traigan por España pero si se da la ocasión iré sí o sí.

Lou: yo tampoco conocía esas pinturas y debo admitir que me gustaron mucho.

Víctor: un soplo es un soplo! El documental aún no lo he podido conseguir.

Alinoe: ojalá pase por España. El año que viene estará en la ciudad holandesa de Groninga, así que ¿por qué no podría llegar a Madrid o Barcelona?

No soy el mayor seguidor de Bowie (me vais a matar, pero los discos suyos que mas me gustan son "Lets Dance" y "The Next Day"), pero si es fan del hombre has tenido que disfrutar de lo lindo. Los cuadros de Iggy son geniales!