En enero del año pasado comencé sin proponérmelo una nueva y caprichosa tradición: me dediqué a ver sólo películas del año anterior. Como vi tantas en tan poco tiempo me sentí como el empleado de un registro haciendo inventario y pensé en crear un hilo, pero no lo hice. Ahora que tengo más tiempo y la tradición se ha consolidado consignaré aquí mis impresiones de las pelis producidas en 2021. El título es soso, lo reconozco, espero que el contenido tenga mejor gusto y que no queráis devolver el plato al cocinero...

Para meternos ya en harina empecemos con una peli que un crítico definía como gastrothriller.



BOILING POINT

Una noche de servicio en un restaurante de Londres con los nervios de los empleados a flor de piel puede ser un buen punto de partida para un thriller. Se han agotado las reservas y un inspector sanitario acaba de bajarles la puntuación. Para colmo reciben la visita inesperada de un influyente cocinero que sale en la tele y otra periodista culinaria. La tensión va en aumento hasta que llegamos al clímax al que hace referencia el título de la peli. La acción se desarrolla dentro del local, a lo largo de un continuo plano secuencia. A pesar de este recurso y la limitación del espacio, no transmite una especial sensación de agobio o estrés. Por eso hasta los momentos diseñados para la distensión (tirar la basura y fumar un cigarro en la puerta, hacer migas con los clientes) resultarían prescindibles. También algunas historias y personajes secundarios nos distraen del plato principal. Quizá con un montaje tradicional y planos cortos se habría logrado alcanzar mejor esa sensación de pesadilla en la cocina y derrumbe emocional.

"Boiling point" no depara grandes sorpresas, es una película con ganas de contar cosas que ya imaginamos, pero que no te importa escuchar, en parte gracias a la interpretación de Stephen Graham.

La podéis ver actualmente en Filmin.

pues me viene muy bien este hilo

LOU RIP escribió:

pues me viene muy bien este hilo

Ale escribiendo sobre cine siempre viene bien.

Ale escribió:

La podéis ver actualmente en Filmin

 

Porfa, acuérdate siempre que sea posible de citar la plataforma donde poder verlas.

Interesante

FUE LA MANO DE DIOS

Cuando Paolo Sorrentino recogió su Óscar por "La gran belleza" dio las gracias por su inspiración a Federico Fellini, los Talking Heads, Martin Scorsese y Diego Armando Maradona. En esta película se pone de manifiesto la gratitud hacia el primero y el último.

En una de las escenas iniciales una mujer entra en una habitacón donde sólo vemos una enorme lámpara encendida desplomada en el suelo. Es un hallazgo de fantasía como muchos de los que descubrimos en el cine de Fellini. Lo barroco y lo bizarro convergen en situaciones tan cómicas como dramáticas, impregnando de surrealismo lo cotidiano y mezclando el glamour con la vulgaridad.

Durante la primera parte de la película hay humor y extravagancia, grandes momentos de comedia costumbrista con la familia reunida pasando revista al mundo, hablando de lo divino y lo humano. La segunda parte, sin embargo, nos sacude con un tono muy distinto. Una tragedia personal cambia completamente la vida del joven protagonista el 5 de abril de 1987. Decide viajar a la Toscana para ver el partido Empoli - Nápoles, que empatan a cero... Maradona le ha salvado la vida y debe replantearse el sentido de todo.

Sorrentino no se había atrevido hasta ahora a contar su historia más íntima, una herida de muerte que sigue abierta desde que tenía 17 años. La exposición del dolor le aterraba. Fue la mano de Dios encarnada en Maradona la que le empujó al cine, con la necesidad y la urgencia de quien se monta en un tren en marcha sin importar el destino que le espera.

Podéis ver esta maravilla en Netflix.

Guay Ale, tomaré nota.

Alehardrock escribió:

FUE LA MANO DE DIOS

Cuando Paolo Sorrentino recogió su Óscar por "La gran belleza" dio las gracias por su inspiración a Federico Fellini, los Talking Heads, Martin Scorsese y Diego Armando Maradona. En esta película se pone de manifiesto la gratitud hacia el primero y el último.

En una de las escenas iniciales una mujer entra en una habitacón donde sólo vemos una enorme lámpara encendida desplomada en el suelo. Es un hallazgo de fantasía como muchos de los que descubrimos en el cine de Fellini. Lo barroco y lo bizarro convergen en situaciones tan cómicas como dramáticas, impregnando de surrealismo lo cotidiano y mezclando el glamour con la vulgaridad.

Durante la primera parte de la película hay humor y extravagancia, grandes momentos de comedia costumbrista con la familia reunida pasando revista al mundo, hablando de lo divino y lo humano. La segunda parte, sin embargo, nos sacude con un tono muy distinto. Una tragedia personal cambia completamente la vida del joven protagonista el 5 de abril de 1987. Decide viajar a la Toscana para ver el partido Empoli - Nápoles, que empatan a cero... Maradona le ha salvado la vida y debe replantearse el sentido de todo.

Sorrentino no se había atrevido hasta ahora a contar su historia más íntima, una herida de muerte que sigue abierta desde que tenía 17 años. La exposición del dolor le aterraba. Fue la mano de Dios encarnada en Maradona la que le empujó al cine, con la necesidad y la urgencia de quien se monta en un tren en marcha sin importar el destino que le espera.

Podéis ver esta maravilla en Netflix.

Adoro La gran belleza así que muchas ganas de ver esta.

Alehardrock escribió:

En enero del año pasado comencé sin proponérmelo una nueva y caprichosa tradición: me dediqué a ver sólo películas del año anterior. Como vi tantas en tan poco tiempo me sentí como el empleado de un registro haciendo inventario y pensé en crear un hilo, pero no lo hice. Ahora que tengo más tiempo y la tradición se ha consolidado consignaré aquí mis impresiones de las pelis producidas en 2021. El título es soso, lo reconozco, espero que el contenido tenga mejor gusto y que no queráis devolver el plato al cocinero...

Para meternos ya en harina empecemos con una peli que un crítico definía como gastrothriller.



BOILING POINT

Una noche de servicio en un restaurante de Londres con los nervios de los empleados a flor de piel puede ser un buen punto de partida para un thriller. Se han agotado las reservas y un inspector sanitario acaba de bajarles la puntuación. Para colmo reciben la visita inesperada de un influyente cocinero que sale en la tele y otra periodista culinaria. La tensión va en aumento hasta que llegamos al clímax al que hace referencia el título de la peli. La acción se desarrolla dentro del local, a lo largo de un continuo plano secuencia. A pesar de este recurso y la limitación del espacio, no transmite una especial sensación de agobio o estrés. Por eso hasta los momentos diseñados para la distensión (tirar la basura y fumar un cigarro en la puerta, hacer migas con los clientes) resultarían prescindibles. También algunas historias y personajes secundarios nos distraen del plato principal. Quizá con un montaje tradicional y planos cortos se habría logrado alcanzar mejor esa sensación de pesadilla en la cocina y derrumbe emocional.

"Boiling point" no depara grandes sorpresas, es una película con ganas de contar cosas que ya imaginamos, pero que no te importa escuchar, en parte gracias a la interpretación de Stephen Graham.

La podéis ver actualmente en Filmin.

buen hilo este ...

Esta la he visto por Filmin como bien comentas....pero creo que no la he metido en mi lista de ver,,,,lo haré

Matt Murdock escribió:

Adoro La gran belleza así que muchas ganas de ver esta.

Esta es muy distinta, aquí no hay grandilocuencia, sino sencillez. El cambio de estilo viene motivado por la historia. Creo que también te gustará la siguiente que voy a comentar.

Aplaudo este hilo aunque seguramente yo lo releeré en 2031 o así.

EL CONTADOR DE CARTAS

Sobre un tapete verde aparecen los primeros nombres de los títulos de crédido: Martin Scorsese (productor) y Paul Schrader (guionista y realizador). Con una inquietante música de fondo nos introducimos en la mesa de juego. Una mano lanza suavemente una serie de cartas. La voz en off de William Tell (Oscar Isaac) nos habla sobre su miedo a los espacios cerrados y se sorprende por haberse adaptado bien mientras estuvo en prisión. Fue un militar condenado por torturar a prisioneros en Abu Ghraib y ahora se convertido en un jugador profesional. Una metódica disciplina marca su día a día de la misma manera que lo hacía cuando era soldado o preso, sólo que en estos momentos la aplica en una gira interminable de casinos, templos de juego donde también subyace una especie de confinamiento. Intenta no llamar demasiado la atención, no apuesta demasiado, sólo quiere ganar la mano y pasar como el viento hasta el siguiente destino.

El contador de cartas se comporta con la parsimonia de un ejecutor, siempre está alerta, aunque intenta controlar minuciosamente todos los elementos de su rutinaria vida. Pero una casualidad le lleva de vuelta a su pasado y conoce a alguien que le propone un plan para vengarse.

En muy poco tiempo Schrader ya ha presentado a todos los personajes, nos ha explicado de dónde vienen, sus traumas y sus aspiraciones y todo conjugándolo con sus obsesiones de siempre: la culpa y la redención. Conociéndole esperamos que en cualquier instante nos sobrecoja una catarsis de violencia, pero esta película es contenida y sutil, lo más importante sucede fuera de campo. Es inevitable acordarse de Bresson y "Posibilidad de escape" (el primero es la inspiración y la segunda el homenaje), cuando la historia llega a su fin. Schrader cierra el círculo de un modo magistral, en una demostración de talento que echábamos realmente de menos.

La podéis ver en las salas de cine.

Alehardrock escribió:

EL CONTADOR DE CARTAS

Sobre un tapete de cartas los primeros nombres que vemos en los títulos de crédido son Martin Scorsese (productor) y Paul Schrader (guionista y realizador). Con una inquietante música de fondo nos introducimos en la mesa de juego. Una mano lanza suavemente una serie de cartas. La voz en off de William Tell (Oscar Isaac) nos habla sobre su miedo a los espacios cerrados y se sorprende por haberse adaptado bien mientras estuvo en prisión. Fue un militar condenado por torturar a prisioneros en Abu Ghraib y ahora se convertido en un jugador profesional. Una metódica disciplina marca su día a día de la misma manera que lo hacía cuando era soldado o preso, sólo que en estos momentos la aplica en una gira interminable de casinos, templos de juego donde también subyace una especie de confinamiento. Intenta no llamar demasiado la atención, no apuesta demasiado, sólo quiere ganar la mano y pasar como el viento hasta el siguiente destino.

El contador de cartas se comporta con la parsimonia de un ejecutor, siempre está alerta, aunque intenta controlar minuciosamente todos los elementos de su rutinaria vida. Pero una casualidad le lleva de vuelta a su pasado y conoce a alguien que le propone un plan para vengarse.

En muy poco tiempo Schrader ya ha presentado a todos los personajes, nos ha explicado de dónde vienen, sus traumas y sus aspiraciones y todo conjugándolo con sus obsesiones de siempre: la culpa y la redención. Conociéndole esperamos que en cualquier instante nos sobrecoja una catarsis de violencia, pero esta película es contenida y sutil, lo más importante sucede fuera de campo. Es inevitable acordarse de Bresson y "Posibilidad de escape" (el primero es la inspiración y la segunda el homenaje), cuando la historia llega a su fin. Schrader cierra el círculo de un modo magistral, en una demostración de talento que echábamos realmente de menos.

La podéis ver en las salas de cine.

joder, lo primero que me ha venido en mente

LOU RIP escribió:

Alehardrock escribió:

EL CONTADOR DE CARTAS

Sobre un tapete de cartas los primeros nombres que vemos en los títulos de crédido son Martin Scorsese (productor) y Paul Schrader (guionista y realizador). Con una inquietante música de fondo nos introducimos en la mesa de juego. Una mano lanza suavemente una serie de cartas. La voz en off de William Tell (Oscar Isaac) nos habla sobre su miedo a los espacios cerrados y se sorprende por haberse adaptado bien mientras estuvo en prisión. Fue un militar condenado por torturar a prisioneros en Abu Ghraib y ahora se convertido en un jugador profesional. Una metódica disciplina marca su día a día de la misma manera que lo hacía cuando era soldado o preso, sólo que en estos momentos la aplica en una gira interminable de casinos, templos de juego donde también subyace una especie de confinamiento. Intenta no llamar demasiado la atención, no apuesta demasiado, sólo quiere ganar la mano y pasar como el viento hasta el siguiente destino.

El contador de cartas se comporta con la parsimonia de un ejecutor, siempre está alerta, aunque intenta controlar minuciosamente todos los elementos de su rutinaria vida. Pero una casualidad le lleva de vuelta a su pasado y conoce a alguien que le propone un plan para vengarse.

En muy poco tiempo Schrader ya ha presentado a todos los personajes, nos ha explicado de dónde vienen, sus traumas y sus aspiraciones y todo conjugándolo con sus obsesiones de siempre: la culpa y la redención. Conociéndole esperamos que en cualquier instante nos sobrecoja una catarsis de violencia, pero esta película es contenida y sutil, lo más importante sucede fuera de campo. Es inevitable acordarse de Bresson y "Posibilidad de escape" (el primero es la inspiración y la segunda el homenaje), cuando la historia llega a su fin. Schrader cierra el círculo de un modo magistral, en una demostración de talento que echábamos realmente de menos.

La podéis ver en las salas de cine.

joder, lo primero que me ha venido en mente

Jajajaja. Además los dos hacen trampas.

LOU RIP escribió:

Alehardrock escribió:

EL CONTADOR DE CARTAS

Sobre un tapete de cartas los primeros nombres que vemos en los títulos de crédido son Martin Scorsese (productor) y Paul Schrader (guionista y realizador). Con una inquietante música de fondo nos introducimos en la mesa de juego. Una mano lanza suavemente una serie de cartas. La voz en off de William Tell (Oscar Isaac) nos habla sobre su miedo a los espacios cerrados y se sorprende por haberse adaptado bien mientras estuvo en prisión. Fue un militar condenado por torturar a prisioneros en Abu Ghraib y ahora se convertido en un jugador profesional. Una metódica disciplina marca su día a día de la misma manera que lo hacía cuando era soldado o preso, sólo que en estos momentos la aplica en una gira interminable de casinos, templos de juego donde también subyace una especie de confinamiento. Intenta no llamar demasiado la atención, no apuesta demasiado, sólo quiere ganar la mano y pasar como el viento hasta el siguiente destino.

El contador de cartas se comporta con la parsimonia de un ejecutor, siempre está alerta, aunque intenta controlar minuciosamente todos los elementos de su rutinaria vida. Pero una casualidad le lleva de vuelta a su pasado y conoce a alguien que le propone un plan para vengarse.

En muy poco tiempo Schrader ya ha presentado a todos los personajes, nos ha explicado de dónde vienen, sus traumas y sus aspiraciones y todo conjugándolo con sus obsesiones de siempre: la culpa y la redención. Conociéndole esperamos que en cualquier instante nos sobrecoja una catarsis de violencia, pero esta película es contenida y sutil, lo más importante sucede fuera de campo. Es inevitable acordarse de Bresson y "Posibilidad de escape" (el primero es la inspiración y la segunda el homenaje), cuando la historia llega a su fin. Schrader cierra el círculo de un modo magistral, en una demostración de talento que echábamos realmente de menos.

La podéis ver en las salas de cine.

joder, lo primero que me ha venido en mente

Estás obsesionado,

Folo escribió:

LOU RIP escribió:

Alehardrock escribió:

EL CONTADOR DE CARTAS

Sobre un tapete de cartas los primeros nombres que vemos en los títulos de crédido son Martin Scorsese (productor) y Paul Schrader (guionista y realizador). Con una inquietante música de fondo nos introducimos en la mesa de juego. Una mano lanza suavemente una serie de cartas. La voz en off de William Tell (Oscar Isaac) nos habla sobre su miedo a los espacios cerrados y se sorprende por haberse adaptado bien mientras estuvo en prisión. Fue un militar condenado por torturar a prisioneros en Abu Ghraib y ahora se convertido en un jugador profesional. Una metódica disciplina marca su día a día de la misma manera que lo hacía cuando era soldado o preso, sólo que en estos momentos la aplica en una gira interminable de casinos, templos de juego donde también subyace una especie de confinamiento. Intenta no llamar demasiado la atención, no apuesta demasiado, sólo quiere ganar la mano y pasar como el viento hasta el siguiente destino.

El contador de cartas se comporta con la parsimonia de un ejecutor, siempre está alerta, aunque intenta controlar minuciosamente todos los elementos de su rutinaria vida. Pero una casualidad le lleva de vuelta a su pasado y conoce a alguien que le propone un plan para vengarse.

En muy poco tiempo Schrader ya ha presentado a todos los personajes, nos ha explicado de dónde vienen, sus traumas y sus aspiraciones y todo conjugándolo con sus obsesiones de siempre: la culpa y la redención. Conociéndole esperamos que en cualquier instante nos sobrecoja una catarsis de violencia, pero esta película es contenida y sutil, lo más importante sucede fuera de campo. Es inevitable acordarse de Bresson y "Posibilidad de escape" (el primero es la inspiración y la segunda el homenaje), cuando la historia llega a su fin. Schrader cierra el círculo de un modo magistral, en una demostración de talento que echábamos realmente de menos.

La podéis ver en las salas de cine.

joder, lo primero que me ha venido en mente

Estás obsesionado,

me temo que sí    pensé que con Rajoy había llegado al tope de desprecio a un presidente pero veo que no.

LOU RIP escribió:

Folo escribió:

LOU RIP escribió:

joder, lo primero que me ha venido en mente

Estás obsesionado,

me temo que sí    pensé que con Rajoy había llegado al tope de desprecio a un presidente pero veo que no.

Ojo!! Conste que veo la relación entre las dos fotos.

LOU RIP escribió:

Folo escribió:

LOU RIP escribió:

joder, lo primero que me ha venido en mente

Estás obsesionado,

me temo que sí    pensé que con Rajoy había llegado al tope de desprecio a un presidente pero veo que no.

Ojo!! Conste que veo la relación entre las dos fotos.