Fue una época muy especial, y más si eras de Barcelona, claro. La ciudad cambió por completo, se modernizó, y esas mejoras sirvieron para el futuro también, los años después de las olimpiadas fueron los mejores de la ciudad porque pudimos disfrutarla durante un tiempo, vivimos su mejor momento, era un orgullo, joder, hasta nos hacía gracia que empezaran a venir turistas, ahora en cambio, el turismo masivo es un problema y la especulación inmobiliaria, junto a la gentrificación, están poniendo, bueno, han puesto, la ciudad como un vulgar parque temático, postizo, enfocado al guiri y carísimo para la gente de aquí. Del espíritu mediterráneo natural, a la gran marca prefabricada.
En cuanto a lo deportivo, fue una mejora espectacular, pero yo no llamaría a España una potencia olímpica, eso para USA, China, Rusia, Japón, Alemania, etc, que ganan casi cien o más medallas por juegos, aunque sí sirvió para que el deporte y su seguimiento y práctica mejorara en algunos aspectos.
Y me acuerdo de las dos ceremonias, lo del pebetero y la flecha, espectacular y original, qué gran idea, el Tricicle y su gag de la marcha, la rumba catalana de Peret y de los Manolos con su espíritu festivo, la Fura dels Baus, que sentaron un precedente a partir de esa ceremonia, todo salió a la perfección, un éxito de organización, y sin mancha alguna de corrupción después de 25 años. En cuanto a los deportes, hubo mucho, pero el Dream Team fue único, aunque lo tuvieron muy fácil, aún había muchas diferencias entre ellos y el resto, el fútbol, Fermín Cacho, la primera de oro el primer día con aquel ciclista cuyo nombre no recuerdo, en fin, todo fue mágico y sí, ojalá alguna ciudad española, si sus ciudadanos lo quieren en su mayoría, como pasó aquí, la pueda organizar algún día, España está preparada para eso pero me temo que no habrá el consenso que tuvo Barcelona, pese a los choques que hubo,muchos, entre ayuntamiento, Generalitat y gobierno central, pero se aparcaron diferencias y se remó en la misma dirección, hoy lo veo más difícil.