The Bootleg Series 1 - 3 (1991)

En el año de la explosión del grunge se publicaba la primera entrega de la que se convertiría, bajo mi humilde opinión, en la mejor serie de bootlegs que cualquier músico haya acometido jamás (por encima de las de Neil Young, sí). Claro, que en ese momento nadie se esperaba que fuese a tener continuidad y mucho menos una continuidad tan longeva. No en vano, a día de hoy, se ha publicado hasta el número 12 siendo la numeración correspondiente a un sólo lanzamiento desde esta primera entrega (que sí englobó tres).

El artefacto en cuestión recogía un total de 58 temas - en tres discos compactos - que habían pasado a formar parte de los descartes de Zimmerman entre sus álbumes publicados en la horquilla 1961 - 1989. Entre ellos encontramos grabaciones en directo o demos caseras que, en principio, podrían hacernos recelar. Sin embargo sólo se trata de 12 de ese total de 58 y, creedme, merecen la pena, pues se trata de reinterpretaciones de himnos incontestables.
No obstante las restantes 46 son auténticas gemas para cualquier dylanita que se precie, ya que estamos hablando de temas que finalmente, por una razón o por otra, no llegaron a formar parte de Bob Dylan (2), The Freewheelin' Bob Dylan (9), The times they are a changin' (6), Bringing it all back home (3), Highway 61 revisited (1), Blonde on blonde (1), etc, etc, pero sí son de aquellas e´pocas y formaron parte de las creaciones de Bob en su imaginario para esos discos totémicos. Canciones que circulaban a modo pirata entre unos pocos elegidos a lo largo de las décadas y que finalmente, gracias al cielo, pudimos encontrar el común de los mortales. Lo curioso de esta primera entrega es que engloba una etapa demasiado extensa, cosa que reconduciría en las siguientes facturaciones centrándose en etapas concretas, discos exactos o temáticas exclusivas.

Sin duda, una recomendación para seguidores del pequeño gran hombre. Pero también una adquisición indispensable para los fans más acérrimos.

Estupendo, Alinoe. Leeré este hilo con muchísima atención. Además, como no he seguido toda la Bootleg Series, me irá muy bien para saber por dónde debo continuar.

The Bootleg Series 4 Live 1966 (The "Royal Albert Hall" Concert)

Siete años después de la publicación del primer volumen (recordemos que se trataba de un pack de 3 cds que se hizo llamar volume 1-3) aterrizaba en nuestras vidas la segunda entrega de las bootleg series de Dylan... y lo hizo para cambiar la vida de mucha gente (entre ellos la mía no volvería a ser la misma, pues si ya entonces era seguidor de Bob, con este álbum pasé a la fiebre absoluta por su obra).

Conocido a lo largo de las décadas como el mejor disco pirata de la historia (la parte eléctrica del concierto se había editado de forma no oficial ya a principios de los 70's) mostraba a un músico que había decidido electrificar su sonido y sabía que debía combatir con aquellos seguidores suyos que parecían talibanes del folk. El primer set de aquel concierto fue acústico, al modo que tenía acostumbrada a la audiencia, con su sola presencia sobre el escenario empuñando su guitarra. Hasta ahí todo iba según lo previsto. Sin embargo para el segundo set decidía acometer el asalto a la electricidad, acopañado por The Hawks sobre el escenario, y no iba a ser nada fácil. El público respondió de manera desigual. Por un lado hubo quien miró y escuchó con atención la nueva propuesta del artista, aplaudiendo incluso. Pero por otro se encontró de frente con aquellos que no estaban dispuestos a que el músico decidiera el camino que debía seguir su carrera y fue criticado, abucheado e insultado. Uno de estos insultos se convirtió en una de las anécdotas por antonomasia del rock. Cuando Dylan termina la interpretación de Ballad of a thin man y se está preparando para ir con Like a Rolling Stone se escucha perfectamente a un asistente al concierto gritarle Judas y las risas y aplausos al individuo por parte de otros muchos asistentes; supongo que era la manera de recordarle cómo se le veía desde cierta parte de la prensa y el público en aquella etapa, como un vendido. Él, ni corto ni perezoso, le contesta desde el micrófono "no te creo, eres un mentiroso" y - según he podido leer en más de una ocasión - fuera de micro se gira y le exige a la banda que toque lo más alto que pueda; de hecho se escucha algo en su propia voz pero no de forma clara. Resultado, una interpretación escalofriante.

El concierto como tal es magnífico, pues contiene las dos facetas más acusadas de Dylan y el estado de forma es pletórico. Si a eso le añadimos la parte de leyenda y, sobre todo, lo en guardia que se debía sentir él en aquellos momentos, no es de extrañar que pase por ser - ahora que está editado oficialmente - no el mejor pirata de la historia, sino uno de los mejores directos jamás publicados de forma oficial. El set list es impecable, pues por sus surcos discurren She belongs to me, Visions of Johanna (la versión de este disco es la que más me gusta de todas las que he escuchado de este tema y, si lo escucho con los auriculares no falla, a día de hoy se me siguen poniendo los pelos de punta), It's all over now, Just like a woman, Mr Tambourine man, Ballad of a thin man o Like a rolling stone.

Por último, otra de las anécdotas que recoge esta grabación es su título erróneo en cuanto a la no concordancia entre el utilizado y el lugar real del concierto. Durante cinco décadas se le ha conocido como el Royal Albert Hall Concert, sin embargo la realidad es que fue en el Free Trade Hall de Manchester; de ahí que en el disco venga entrecomillado el título tal que así The "Royal Albert Hall" concert.

En definitiva, se trata de un disco que ha de escuchar todo aficionado a la música y que debe poseer cualquiera que se considere fan de Dylan, mucho o poco.

The Bootleg Series vol 5 Live 1975 (The Rolling Thunder Revue)

La tercera entrega de las fabulosas bootleg series pasa por recoger los momentos álgidos de una gira que fue histórica. The Rolling Thunder Revue mostraba una panda de músicos interpretando rock and roll de un modo avasallador. Según cuentan las crónicas de la época, la primera parte de aquella gira fue apoteósica, la energía que se respiraba en cada concierto y el estado de forma de los músicos era soberbia. Desgraciadamente aquello no tuvo su consabido disco en directo. Lo más parecido fue hard rain, un disco en directo de aquella gira, sí. Pero de la segunda parte, donde parece ser que a los músicos ya no les sobraban las fuerzas, ni la energía necesaria para elevar esos conciertos hasta las cotas que habían alcanzado con la primera parte. No obstante, no vayamos a blasfemar; Hard Rain es un disco fantástico.

Pero volvamos al volumen 5 de las bootleg series. Éste, publicado en 2002, sí recoge aquella primera etapa de la gira The Royal Thunder Revue y, no lo dudéis ni un segundo, es un trallazo de disco. Interpretación mastodóntica tras interpretación mastodóntica. El único pero que yo le pongo - y del que se le ha acusado en repetidas ocasiones - es que no se trata de un concierto concreto en su totalidad. Para esta ocasión se decidieron por recopilar los highlights de esos primeros conciertos de la gira y, claro, de ahí sólo podía salir semejante barbaridad. De todos modos, no vayamos a pensar que por ser canciones interpretadas en recintos y noches diferentes el oyente va a percibir el disco como un collage. Nada de eso. El resultado final está muy logrado y la sensación que se tiene es la de estar escuchando (asistiendo si te dejas llevar) a un concierto fuera de lo normal.

En cuanto al set-list, toda una pasada. Veintidos temas donde acompañan a clásicos de la talla de Love minus zero, A hard rain's a gonna fall, Mr Tambourine man o Blowin' in the wind, cinco temas del disco que vería la luz el año siguiente a la gira, Desire (Romance in Durango, Isis, Hurricane, One more cup of coffee y Sara). Supongo que era el momento de probar aquellos temas y... vaya momento interpretativo que estaban viviendo.

En definitiva, otra joyita presentada en formato doble cd con su respectivo libreto gordo (como en los casos anteriores) y una cuidada imagen que debe pasar por los oídos de cualquier fan de Dylan.

El 4 y el 5 los tengo originales, y suscribo lo que has dicho, ambos son excepcionales.

Excelente

The Bootleg Series vol 6 Live 1964 (Concert at Philharmonic Hall)

Es de suponer que tras los hitos publicados en las dos ocasiones anteriores (vol 4 y vol 5), así como aquella primera entrega de rarezas e inéditos (vol 1-3), la nueva acometida para las bootleg series, que sería publicada en 2004, darían más de un quebradero de cabeza. ¿Hacia dónde debían mirar ahora dentro de la extensa e interesantísima carrera discográfica de Dylan?. Bien, la decisión - en mi opinión - fue acertada. Pues este volumen 6 se centró en la etapa folkie de un joven Dylan que, con tan solo dos años en el show bussiness pero cuatro discos a sus espaldas, sostenía el cetro del género así como de la canción protesta y social.

Nada mejor que publicar un concierto entero de aquella etapa, 1964. El día de Halloween de dicho año Bob Dylan se presentaba en el Philharmonic Hall para entregar su música y sus ideas sobre las situaciones injustas en la ciudad de Nueva York. Durante el show se nota perfectamente el carácter reverencial que le muestra el público, guardando silencio mientras el pequeño genio interpreta cada tema y acompañándolo con risas de aprobación en algunas de las ocurrencias que detalla entre canción y canción. Este directo, como ocurriese con el volumen 4, ya se había publicado de manera extraoficial (pirata) en distintas ocasiones a lo largo de las décadas, sin embargo el set-list se encuentra mutilado y el sonido de esas viejas grabaciones es bastante malo, así que esta entrega sabe a gloria. Sonido perfecto (como en cada caso, no faltaría más), presentación fantástica, dos cds y el libreto gordo de turno. Otro gran producto.

En cuanto a la lista de canciones que Dylan atacó aquella lejana noche del 31 de octubre del '64, son un total de 19. Entre ellas destacan por motivos distintos dos bloques. Mama you been on my mind, Silver dagger, With god on our side y Ain't me babe lo hacen por ser interpretadas a dúo con Joan Baez y Gates of eden, It's alright ma y Mr Tambourine man por tratarse de temas que estaba probando en la carretera para darles cabida en su siguiente disco de estudio, el fabuloso Bringing it all back home.

Como anécdota, señalar que esta entrega estuvo a punto de no ver la luz como tal, pues se barajó hasta el último momento que fuese el Live at Carnegie Hall el que tuviese el honor de servir a las bootleg series. No fue así y yo que me alegro, porque a fin de cuentas este último también vio la luz en 2005 y, aunque lo disfruto, me parece inferior al protagonista de este texto.

Esta sexta entrega de las bootleg series dylanitas está recomendada para fans de la etapa folk de Bob, pues aquellos que miran habitualmente a su etapa eléctrica, prácticamente desdeñando la anterior, no encontrarán lo que están buscando. Sin embargo, los buenos aficionados a esa etapa folkie sí tienen numerosos motivos para hacerse con el.

¡Qué completo, Alinoe! Bravo. A mí los tres conciertos me suliveyan (quizá el del 64 un poco menos), y no tengo problemas con el vol. 5 porque sean retales. Es más, si me dieran a escoger entre las tres etapas, yo escogería asistir a un concierto de la Rolling Thunder sin dudarlo.

Chapeau Alinoe........... gran post si señor

The Bootleg Series vol 7 (No direction home: The soundtrack)

2005 sería el año en el que definitivamente vería la luz, en forma de documental, el proyecto que iniciase diez años antes el representante de Dylan, Jeff Rosen. Bien es sabido que el director encargado de dar forma a tan especial documental fue Martin Scorsese. Y alrededor del mismo, para montar la banda sonora de la cinta, es donde se inicia el viaje de la nueva entrega de las bootleg series. Para ello se escarbó, como en las ocasiones anteriores, en los archivos del pasado de Bob y las compañías para las que grababa, consiguiendo un resultado con gran valor histórico.

En este caso, y al tratarse de una banda sonora, no nos encontramos ante un directo, ni tan siquiera ante un directo con temas recopilados de diversas noches, es más bien un recopilatorio similar a lo que se había entregado en vol 1 - 3. Los temas que componen el disco, presentado en el formato habitual de estas series (ya sabéis, doble cd con libreto gordo y una imagen muy cuidada), son en su mayoría tomas alternativas de las que acabarían por publicarse en los discos oficiales. Así podemos escuchar las de clásicos como Mr Tambourine man, It's all over now, She belongs to me, Tombstone blues, Highway 61 revisited o Visions of Johanna. En total son 12 las tomas alternativas que se recogen. Por otra parte también tenemos versiones en directo, A hard rain's a gonna fall, Blowin' in the wind, Masters of war... hasta llegar a un total de 9. Pero si tengo que destacar el valor de esta séptima parte de las bootleg series, sin duda lo haría por contener la primera grabación que se realizó de Bob Dylan en la historia. Se trata de When i got troubles en el año 1959, una grabación que llevó a cabo un compañero de instituto del pequeño Zimmerman. También es muy destacable el contar con la grabación casera del '60 de Rambler, gambler, las también caseras Dink's song y I was young when i left home o la interpretación en directo de This land in your land en el '61, es decir, antes de lanzar su primer disco. Por último, no puedo dejar de citar la demo que nos regalan de Don't think twice.

No obstante, y datos aparte, lo cierto es que todo el álbum destila una sensación de calidez que es tremenda. Obviamente está recomendado para los amantes de la etapa folk, pues los que no conecten con ella aquí no tienen demasiado que rascar, mas alla de las tomas alternativas del cd2 donde ponen su talento al servicio del genio unos ilustres como la Butterfield blues band. En cuanto a mí, queridos forreros, puedo aseguraros que no es de los que más veces suena en mi reproductor, sin embargo sí que es de los que más disfruto... no sé si me explico. Quizá, para ser justos, haya que reconocer que esta sí se trata de una obra más similar a lo que otros músicos entienden como bootleg series al estar sustentado en su mayoría por tomas alternativas y directos, pero insisto en que esa parte en la que se incluyen la demo, el directo predebut, las tomas caseras y, sobre todo, su primera grabación consiguen que todo el disco valga la pena.

pilgrim escribió:

¡Qué completo, Alinoe! Bravo. A mí los tres conciertos me suliveyan (quizá el del 64 un poco menos), y no tengo problemas con el vol. 5 porque sean retales. Es más, si me dieran a escoger entre las tres etapas, yo escogería asistir a un concierto de la Rolling Thunder sin dudarlo.

Pilgrim, yo también iría a la gira de la rolling thunder revue. Desde luego, debió ser toda una experiencia disfrutar de aquellos conciertos por el estado de forma en el que se encontraban y el cancionero que defendían.

Alinoe escribió:

pilgrim escribió:

¡Qué completo, Alinoe! Bravo. A mí los tres conciertos me suliveyan (quizá el del 64 un poco menos), y no tengo problemas con el vol. 5 porque sean retales. Es más, si me dieran a escoger entre las tres etapas, yo escogería asistir a un concierto de la Rolling Thunder sin dudarlo.

Pilgrim, yo también iría a la gira de la rolling thunder revue. Desde luego, debió ser toda una experiencia disfrutar de aquellos conciertos por el estado de forma en el que se encontraban y el cancionero que defendían.

a mí también me resulta lo más atractivo de todo lo que has comentado. Me fascina esa época con una panda de gitanos nómadas y un extraterrestre

Genial Alinoe...
Pd: tenía pero vendi el del documental...

The Bootleg Series vol 8 (Tell tale signs)

La sexta entrega de las bootleg series (numerada como 8 ) llegó a las tiendas de discos en el año 2008 y, creedme si os digo que, era un debe que se encontraba entre los pendientes del músico y la compañía. ¿Por qué?, simplemente por lo que recoge en sus dos cds; Temas inéditos de una época que hasta ahora había sido ignorada por las bootleg series. Si aquella primera entrega que aglutinaba los volúmenes 1 al 3 se había centrado en desenterrar canciones inéditas y rarezas desde sus comienzos hasta el año 1989, esta octava comienza exactamente donde terminaba aquella, es decir en 1989 (utilizando Oh Mercy como punto de partida) y nos conduce hasta el año 2006 (aunque no sé por qué no se incluyen de algunos discos de esta época).

Las canciones que tienen cabida en el disco son, como mínimo, de notable. Eso sí, poniendo en contexto esa nota con el momento de la carrera que atravesaba Dylan en esos años. Es decir, no vayamos a querer encontrar aquí hitos históricos como en los 60's o los 70's, no. En esta época Dylan es un músico contemporáneo que edita discos de manera regular y entrega buenas canciones que conforman discos notables (en casi todas las ocasiones). Temas inéditos que se incluyen son Red river shore (de la que uno de los músicos de estudio dijo que no entendía cómo se había dejado fuera de Time out of mind cuando se trataba de la mejor canción de todas), Dreamin' of you y Marchin' to the city, ambas también de Time out of mind, 32-20 blues (de World gave wrong), Miss the Mississippi (que viene del año 1992) y de las sesiones para Oh Mercy, Series of dreams.

Mención aparte merece el ramillete que a continuación comentaré. Encontramos un par de tomas de Mississippi pertenecientes a las sesiones de grabación de Time out of mind (vaya momento creativo tenía Dylan en 1997, una segunda juventud en toda regla) y que más tarde - con nuevos arreglos - pasaría a formar parte de Love & theft. Born in time que se quedase fuera de Oh Mercy y  sería rescatada para Under the red sky, así como una temprana versión de God Knows que viene del mismo sitio y acabó junto a la anterior en el mismo lugar. Y la soberbia Can't wait que también quedó fuera de Time out of mind y años más tarde sería aprovechada en diversas pinceladas para crear Sugar baby de Love & theft.

En Tell tale signs también se recogen cuatro temas que fueron creados para las bandas sonoras de cuatro películas, Tell ol' Bill, Huck's tune, Cross the green mountain y Can't escape from you, que nunca fuese presentada oficialmente al no llegarse a rodar la película para la que se compuso. Y queda una pata más que conforma el banco de esta entrega de las bootleg series, las tomas alternativas. En este caso concreto, son muy de agradecer ya que se trata de unas tomas que parece fuesen canciones distintas a las que finalmente se grabaron en sus respectivos discos de estudio. Digo distintas por los instrumentos utilizados, la forma de cantar de Bob, el tempo o las letras. En serio, una delicia.

Para terminar, considero justo definir este octavo volumen como otro de los imprescindibles para los seguidores de Dylan. Quizá un Dylan más maduro pero no carente de talento y luz propia, pues es un disco que irradia calidad a raudales.

The Bootleg Series vol 9 (The Witmark Demos: 1962-1964)

La siguiente entrega de las bootleg series vería la luz en el año 2010. El formato escogido, como de costumbre, contenía en una de sus posibilidades el doble cd con su correspondiente libreto gordo y una imagen la mar de cuidada. Quizá el propósito esencial de esta entrega fuese conceder a los seguidores acérrimos un documento de gran valor histórico, pues contar con las primeras composiciones de Dylan en una compañía profesional seguro que alegra a un gran número de fans. Sin embargo, en mi caso no es del todo importante y es que yo me suelo mover más por el sentimiento que me producen las canciones que por el valor histórico/documental que se les acredite.

Cuarenta y siete son las canciones que recoge el disco, divididas en 8 para la compañía Leeds Music y las 39 restantes que pertenecían a M. Witmark & Sons. La calidad del sonido es buena en la mayoría de las tomas y aceptable en alguna otra. Hay que recordar que parte de estas canciones las pagaba la compañía para incrementar su catálogo de canciones que ofrecía a distintos músicos quienes no componían su propio material y, una vez que el de Minesotta terminó su trabajo con ella, un total de 237 interpretaciones de sus temas habían sido grabadas. Por lo tanto, hemos de entender que se trató de una manera honesta de ganarse la vida e ir haciéndose un nombre dentro del mundillo musical.

Entre las canciones que conforman la entrega tenemos 43 que nunca antes habían sido publicadas de manera oficial (me refiero al cómo, pues a las propias canciones sí que hay que decir que en el futuro Bob las terminaría desarrollando y grabando en discos propios) y, concretamente, 15 de las que jamás habíamos tenido noticias. Entre unas y otras podemos disfrutar de clásicos como A hard rain's a gonna fall, Blowin' in the wind, Masters of war, Mr Tambourine man, The times they are a changin', Don't think twice o I shall be free. De todos modos, mi experiencia personal me lleva a valorar por encima del resto (y otorgando la relevancia necesaria para escuchar/adquirir este disco) el ramillete de inicio: Man on the street, Hard times in New York town, Poor boy blues, Ballad for a friend, Rambling gambling Willie, Taking bear mountain picnic massacre blues y Standing on the highway. Estas siete piezas bien podrían conformar un disco de Dylan por sí solas.

Sabéis que soy un adorador de las bootleg series pero, como no trago con cualquier cosa, esta entrega en concreto siempre he pensado que se la podían haber ahorrado porque, como decía al principio, las canciones y el sentimiento que éstas producen son lo que da sentido a los discos y, a pesar de que aquí encontramos las primeras versiones de canciones inigualables, las hemos escuchado tantas veces y mejor terminadas que este documento se me queda un tanto insignificante. Así que si de recomendar la compra o simple escucha de este disco a alguien se trata, sólo lo haré con aquellos que sientan el afán completista por la obra de Bob Dylan, por las Bootleg Series en concreto, o que otorguen una importancia capital a documentos históricos por cómo y cuándo fueron creados.

The Bootleg Series vol 10 (Another self portrait 1969 - 1971)

La justicia existe, aunque es lenta, muy lenta. Esto podría resumir lo que consigue demostrar el volumen 10 de las bootleg series de Dylan con una etapa muy concreta de su carrera y un puñado de creaciones que, por diversos motivos, fueron aniquiladas, mutiladas y vejadas. Cuarenta y tres años más tarde se entenderá qué era “la mierda” que se traía entre manos Bob Dylan. No vamos a descubrir el arca perdida si afirmamos que Self Portrait, el álbum del ’70 de Dylan, pasa por ser uno de los peor valorados de su carrera y – posiblemente – de los que menos calidad poseen. Sin embargo, si hablamos de calidad compositiva otro gallo cantaría… Y ahora, todo aquel que todavía no se ha enfrentado al décimo volumen de la bootleg series es cuando me tacha de loco, de irresponsable, incluso de poser (por ir contra lo establecido), o lo que sería peor de todo, de sordo. Bien, queridos ignorantes (entendiendo el término como acepción de desconocimiento) haceos un favor y pinchad Another Self Portrait; así entenderéis de qué va esta primera parrafada.

Este volumen recoge 35 canciones que van desde inéditas de Self portrait, New morning, The basement tapes y Greatest Hits, hasta tomas alternativas de los dos primeros más Nashville Skyline pasando por un par de interpretaciones en el festival de la isla de Wight en el ’69. Las canciones inéditas, así como las tomas alternativas, (todas ellas desnudas, sin la sobreproducción con que se facturó el disco del ’70) son auténticas maravillas. Se han convertido en la razón de que este décimo volumen sea uno de los más valorados por mi persona, pues antes de hacerme con él – por puro completismo – pensé que no podría salir nada bueno de aquella época… ¡y vaya si me equivoqué! ¡Menuda música contiene, menuda verdad, menuda clase. Es absolutamente fascinante!

Un disco que brilla con una luz especial en el que escuchamos a Dylan beber de distintos géneros, así como probar su voz en diversas formas o atacar igualmente su lado más folk al tiempo que nos deleita con la electricidad menos contundente pero repleta de una gran categoría. Un álbum que considero de obligada escucha para los seguidores de Dylan; bien sean de los muy fanáticos (porque caerán fascinados instantáneamente) o bien de los ocasionales (porque encontrarán un álbum que les gusta mucho). Pero sobre todo para aquellos que habitualmente se mofan de Self Portrait, porque les hará corregir su percepción de esta etapa Dylanita y por fin, verán la luz.

Para terminar quiero dejar por escrito la reflexión de alguien que leí hace un tiempo no sé dónde y que decía algo así; Greil Marcus, crítico musical, se preguntaba en Rolling Stone cuando se publicó Self Portrait “¿Qué mierda es ésta?”, pues bien la respuesta se la da el propio Dylan con el título de la última canción del disco, “When i paint my masterpiece”

Nunca escuché Self Portrait, bueno, un poco por encima y lo dejé. Interesante Alinoe y bravo! que no mueran los hilos

LOU RIP escribió:

Nunca escuché Self Portrait, bueno, un poco por encima y lo dejé. Interesante Alinoe y bravo! que no mueran los hilos  

Dale una escucha a este en vez de a self portrait directamente. Estoy seguro de que te gustará.

En cuanto al hilo, ya que lo comencé (aunque tarde) quiero terminarlo. Al fin y al cabo sólo son 12 volúmenes y ya vamos por el 10, así que falta poco. Y espero que le pueda servir a alguien para descubrir una serie de grabaciones que, al menos para mí, se han publicado para el gustazo de la parroquia.

Está quedando un hilo -nunca mejor dicho- mercurial. De todos modos, espero que Dylan en algún momento se animase y editara algún vol. con un concierto de su etapa hardcore-cristiana o de su gira con Petty y los Heartbreakers.